viernes, 10 de julio de 2009

| La mujer de los versos amarillos...



Quemada por los bordes,
no ha sido usada por dentro.
Tócame, tócame, tócame: baila mientras ve sus ojos, su rostro...
Su cuerpo perfectamente unido al marco de la puerta,
y tiene el impulso,
que se siente como imán,
de besarlo..

Abre la puerta
y siete minutos de retraso.

Sus pensamientos vagan entre procesales y una sonrisa...Imaginaria.
Entre cappuccino frozen y una figura que nunca aparecerá,
y vuelve: a los delitos en audiencia y las garantías procesales.

Termina.
Y ella lo visualiza,
tocando aquellos bordes quemados
de su figura.




Sin Edit y al final la foto no va con las palabras...Pero me gusta un poco.



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